ph: INIBIOMA CONICET
La Defensoría del Pueblo de Bariloche apoya la motivación de la Defensoría del Pueblo de la Nación a reorientar las políticas públicas integrales, que consten de espacios de diálogo a nivel nacional y provincial, de coordinación entre los marcos de conservación ambiental y los de fomento productivo. Es necesario comenzar a articular decisiones y normativa que contemple el desarrollo de actividades productivas, sin vulnerar el derecho a un ambiente sano.
La Defensoría del Pueblo de la Nación presentó un informe que advierte sobre la ineficacia del control letal de animales carnívoros nativos, como pumas y zorros, en la Patagonia y alerta por sus impactos negativos sobre la biodiversidad y el equilibrio de los ecosistemas. Mediante la investigación se concluyó que la bibliografía internacional y los expertos locales destacan importantes consecuencias ecológicas negativas del incentivo económico a la caza de especies consideradas problemáticas.
Las especies carnívoras superiores cumplen una función ecológica esencial ya que tienen el rol de depredadores. La alteración del equilibrio ecológico al eliminarlos de la cadena trófica puede ocasionar efectos en cascada y consecuencias productivas graves ya que regulan poblaciones de herbívoros, como guanacos y liebres, además de otros carnívoros como zorros y zorrinos. genera sobrepoblación de ciertas especies que pueden transformarse en perjudiciales, pudiendo considerarse como plagas.
Este fenómeno presenta hoy en día consecuencias devastadoras en nuestros ecosistemas nativos, se generó en la Patagonia Andina mediante la introducción de especies exóticas invasoras como el ciervo colorado, el jabalí, la liebre europea y el visón americano, entre otras. Actualmente la región presenta sobrepoblación de dichas especies debido a que no cuentan con los depredadores naturales presentes en sus sitios de origen. En consecuencia, se reproducen y se dispersan de manera descontrolada, causando daños ecológicos, económicos y/o sanitarios al ambiente. Actualmente se realiza la caza controlada para intentar restaurar los ecosistemas y reducir su impacto; a través de permisos, licencias y límite de individuos, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi y la provincia del Río Negro.
Por el contrario, en esta ocasión se debate la normativa actual que fomenta la caza indiscriminada de especies nativas protegidas, incluyendo ejemplares de zorro colorado, zorro gris o puma sin límite de cantidad, ni discriminación por edad, sexo o condición. Actualmente se presenta un escaso control estatal sobre las prácticas y la trazabilidad de los incentivos económicos. Esto ocasiona pérdida de diversidad genética en poblaciones locales, con efectos sobre la resiliencia de los ecosistemas.
En los últimos años, sin embargo, la experiencia de productores y técnicos que adoptaron medidas preventivas no letales ha demostrado que es posible reducir significativamente los ataques sin eliminar indiscriminadamente a los depredadores. Entre las estrategias más efectivas se destacan el uso de perros protectores de ganado, el pastoreo agrupado y rotativo, la instalación de corrales nocturnos y el retiro rápido de animales muertos o heridos. También es necesaria la capacitación y asistencia técnica a productores, financiamiento de estas prácticas preventivas y monitoreo participativo.
En muchos casos, la respuesta frente a la depredación animal se ha sustentado más en percepciones culturales y tradiciones locales que en información técnica o monitoreos objetivos de daño. Esto llevó a sobrestimar el impacto real de los carnívoros sobre la ganadería y a subestimar otros elementos que ocasionan pérdidas productivas, como enfermedades, manejo inadecuado, depredación por perros asilvestrados o condiciones climáticas adversas. No debemos pasar por alto que el conflicto entre las especies carnívoras nativas y la producción ganadera deriva de la presión ejercida sobre los ecosistemas naturales, más específicamente, de la reducción del hábitat de las especies en debate. Las cuales están obligadas a buscar su alimento en zonas habitadas y aprovechadas por los ciudadanos
En el informe realizado por la Defensoría del Pueblo de la Nación se identificaron escenarios dispares entre Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Analizando la situación local, en nuestra provincia se reconoce que la caza control por recompensa continúa utilizándose para mitigar la depredación sobre el ganado y se informa que no existen cupos anuales o estacionales para la caza control por recompensa, siguiendo la Ley Nº 763 sancionada en 1974. Por otro lado, en las áreas protegidas se extrema su protección. Esto refleja una comprensión incompleta del ambiente y del funcionamiento ecosistémico, el cual no conoce de límites geopolíticos. Recientemente se sancionó la Ley Provincial N° 5796 que establece el Régimen Provincial de Gestión Integral de la Fauna Silvestre, el cual no especifica cuales son las especies vulnerables, raras, amenazadas de extinción, protegidas, como tampoco cuales son consideradas perjudiciales o aptas para su aprovechamiento sustentable.
Se reitera la necesidad de que las decisiones públicas se fundamenten en evidencia científica y técnica, que se garantice el derecho a una ambiente sano, el acceso a la información y la participación de los sectores involucrados.
Para mayor información el informe completo se encuentra disponible en https://www.dpn.gob.ar/gacetilla.php?id=33637
